Desde el gobierno de Kim Jong-un afirman que tener esa mascota es un símbolo de la “decadencia del capitalismo”. Sin embargo, los dueños de los caninos temen que sean utilizados para resolver las escasez de alimentos que afecta a gran parte de la población.
El régimen de Kim Jong-un, líder supremo de Corea del Norte, prohibió la tenencia de perros como mascotas por considerarlo “un lujo burgués” y ordenó la confiscación de los caninos de Pyongyang, la ciudad capital del país. Sin embargo, los dueños temen que sus mascotas sean utilizadas para resolver la escasez de alimentos que afecta a gran parte de la población.
Según publicó el portal de noticias The Chosun Ilbo, desde la cúpula del gobierno norcoreano expresaron que la prohibición de canes servirá para proteger al país contra la “decadencia capitalista”, y calificaron la tenencia de perros como una “tendencia contaminada por la ideología burguesa“. Una fuente citada por el medio explicó que “la gente común cría cerdos y ganado en sus casas, pero los funcionarios de alto rango y los ricos son dueños de perros, lo que avivó cierto resentimiento”.
De acuerdo a la información publicada por el periódico de Corea del Sur, “las fuerzas de seguridad han identificado hogares con perros y están obligando a las familias a entregarlos”.
Los perros confiscados son enviados a zoológicos públicos para que se reproduzcan o vendidos a restaurantes que ofrecen carne de perro. Cabe recordar que la carne de perro se ha considerado durante mucho tiempo un manjar en la península de Corea, aunque la tradición de comer perros se está desvaneciendo en Corea del Sur. Aun así, se estima que un millón de perros se crían en granjas para ser consumidos cada año en el sur de Corea.
Por otro lado, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el 60% de los 25,5 millones de habitantes de Corea del Norte enfrentan a una “escasez generalizada de alimentos” que se ha agravado por las sanciones internacionales impuestas al régimen por sus programas de misiles nucleares.
La escasez también se acrecentó por la decisión de cerrar la frontera con China a causa de la pandemia de coronavirus. Pekín es tradicionalmente el principal patrocinador de Pyongyang y la fuente de gran parte de los alimentos necesarios para alimentar al pueblo de Kim.
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