La variedad de murciélago más grande del mundo sobrevive en las selvas tropicales y bosques montañosos de Filipinas, en el sudeste asiático. Esta especie endémica conocida como diadema es denominada acerodon jubatus por la comunidad científica, aunque popularmente se a suele llamar “zorro volador”, por el notable parecido de su cabeza, el hocico largo y puntiagudo y la cara con las facciones del mamífero.
La talla de la diadema alcanza hasta un metro y medio y el peso ronda 1,2 kilogramo. Este llamativo quiróptero tiene hábitos nocturnos. Cada noche puede llegar a volar unos 40 kilómetros al ras de superficies acuáticas -especialmente las orillas de ríos cubiertas de higueras- y campos agrícolas, en busca de alimento. Lo recoge con sus alas y se limpia en el agua, para no atraer predadores que puedan devorarlo.
Sin embargo, la mayor amenaza para estos animales es el hombre. Cazadores furtivos los persiguen para matarlos y extraer su carne, por lo cual está catalogada como “especie en peligro de extinción”. En cambio, para los trabajadores rurales y los ecologistas es un “sembrador silencioso”, que cumple un papel clave en la polinización. Las semillas que distribuye son vitales para la regeneración del entorno natural.
Distintas organizaciones dedicadas a la protección del medio ambiente desarrollan programas de cría de diadema en cautiverio para evitar su desaparición, como el Fondo Mundial para la Naturaleza y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.