Cerca de este mediodía, el intendente municipal, Dr. Víctor Aiola, acompañado por el secretario de Seguridad, Marcelo Loyola, y del concejal Ignacio Orsini, estuvo en el depósito municipal de vehículos retenidos donde comenzó la compactación de los rodados que los infractores no retiraron.
“Son generalmente incautados porque no cumplen con las normativas, o porque no tienen los papeles en condiciones, o porque han cometido infracciones, y los dueños no los vienen a retirar. Estamos en un proceso de compactación”, manifestó el Jefe Comunal.
Esta es la cuarta compactación que se realiza en lo que va de la gestión. “La compactación la hace un ente nacional, y ese ente nacional todo lo que deriva del punto de vista económico de esta compactación se va directamente a la Fundación del Hospital”, explicó Aiola. Anteriormente, lo obtenido de las ventas del material como chatarra, fue destinado al Hospital Tomas Keating de Castilla y a la Fundación Miguel Máximo Miguel Gil.
“Son procesos que están dándose dentro de lo que es el control y el ordenamiento del tránsito. Por eso siempre decimos que hay que tener los vehículos en condiciones, con los papeles, con los seguros, usar el casco. Son cosas para cuidar la vida del vecino y en el caso de las multas que se aplican, tienen carácter de concientizar y de cambiar la actitud de aquellos que no cumplen con las reglas de tránsito”, continuó el Intendente.
Seguidamente, se refirió a la ordenanza municipal que contempla que aquella persona que no pueda abonar la multa, podrá cubrirla con trabajo comunitario.
El Municipio, en el marco de sus políticas integrales de seguridad, se adhiere al Programa Nacional de Compactación de Vehículos (PRONACOM). Según explicó el secretario de Seguridad, Marcelo Loyola, tiene como objetivo la descontaminación, compactación y destino final del rodado. Con lo recaudado, se favorece a una entidad de bien público.