El pasado fin de semana, la AFA aprovechó la inminente llegada del Día de la Mujer para hacer el acto protocolar de fotografiar a los equipos previo a sus respectivos partidos con una pancarta contra la violencia de género. Desde el viernes, hasta el propio lunes 8 de marzo.
Todos los equipos posaron con la pancarta (ver imagen) y por lo tanto, todos los jugadores que iban a disputar el partido. Por parte de Boca, por ejemplo, Villa la sostuvo con la hipocresía e impunidad que no hace falta aclarar. El show futbolístico es mucho más importante, y más aún después de un resultado abultado. Por lo que todo pasó desapercibido. Una vez más.
Porque es así, el mundo del fútbol, su negocio, es más importante que cualquier cosa. Incluso que el propio fútbol como deporte. Porque también pasó con jugadores de Vélez en el mismo encuentro, o con Carbonero en Gimnasia y Esgrima de La Plata.
El propio lunes, Día Internacional de la Mujer, y mientras en todo el mundo las mujeres desde cada rincón se hacían escuchar, ver y leer, Cristian Pavón (jugador de Boca) fue imputado por “abuso sexual con acceso carnal” y deberá ir a indagatoria. En este caso no estuvo sosteniendo la pancarta por la mera casualidad de estar operado, lo que le impide jugar. Sino, probablemente, hubiera pasado la misma situación.
El show es mucho más importante y debe continuar, o como a algunos les gusta decir, el “producto” hay que cuidarlo. Por eso, si pateas bien una pelota, tenés que estar en una cancha a pesar de tener graves acusaciones.
Acá se nombran los conocidos casos de Boca, Gimnasia y Vélez solo porque trascendieron. Posiblemente sean varios -o muchos- más. Pero tampoco importarán demasiado si es el caso de buenos jugadores. Ah, pero si haces un tratamiento para tener hijos, dos años afuera.
No importa la violencia. No importan las mujeres. Ni si quiera el mismo deporte. Como dejaron claro, solo importa el “producto”, y como dice Queen…”El show debe continuar”.
Por Juan I. Volpe