La semana pasada, en una semana cargada de expectativas, los institutos privados de educación pudieron reabrir sus puertas.

En este caso, el Instituto de Inglés “William Shakespeare Chacabuco”, con la nueva disposición retomó su actividad, dándoles la elección a las familias de elegir volver a clases presenciales, o continuar su curso con clases virtuales, para respetar el criterio familiar.
El William abrió sus puertas con todo lo que el protocolo del gobierno establecía, y se extendió más también. Ya que nada es mucho en cuanto al cuidado frente a la pandemia, la directora del Instituto, señora Diana Palmentieri, instaló mamparas individuales en todos los bancos de los alumnos, de tal forma que la protección hacia adelante, hacia los costados y hacia atrás , esté completamente asegurada. Asimismo, los siete docentes del establecimiento usan barbijo y anteojos o máscaras protectoras, de acuerdo a su preferencia.
Al ingresar, se encuentran con los carteles en la puerta del protocolo; barbijo puesto, dispenser de alcohol en gel, alfombra sanitizante, entrega de la Declaración Jurada (donde aclara que no tiene determinados síntomas ahí establecidos) y toma de temperatura, la cual se asienta en un Registro día a día. A continuación y antes de ingresar al aula, también se rocían las mochilas con alcohol sanitizante.

Los cursos que se dictan son en la mayoría presenciales, y a raíz de los espacios que se necesitan entre el dictado de una clase y otra para pasarle alcohol sanitizante a todos los bancos y sillas, picaportes, baño de cada salón y a las barandas de la escalera, hay otras clases virtuales para complementar la carga horaria de cada curso.
Se espera que ya no suspendan las clases presenciales, a raíz de la gran inversión, que en este caso, hizo el Instituto de Inglés “William Shakespeare Chacabuco “, que este año cumple 46 años al servicio de la enseñanza.