El gobierno impulsará la producción de cannabis medicinal

El gobierno presentó este miércoles un proyecto de ley para desarrollar la elaboración del cannabis medicinal y el cánamo de uso industrial. Lo hizo el ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas, la cartera que trabajó estudiando la cadena de valor y pensando el desarrollo estratégico de la industria, ante el Consejo  Económico y Social. Tras la presentación, la iniciativa será enviada al Congreso para su debate legislativo. 

El objetivo de la Ley es dar un marco regulatorio para el desarrollo de la industria del cannabis. Se trata de un abordaje integral para el desarrollo de las diferentes etapas de la cadena productiva del cannabis tanto para uso medicinal con receta y como suplementos nutricionales; como del cáñamo para uso industrial en rubros como el textil, papel, alimentos, productos de higiene, entre otros. “En el proyecto, cooperativas del sector y PyMEs tendrán un espacio importante para fomentar el desarrollo de la industria”, aseguran desde Desarrollo Productivo.

El objetivo es aprovechar las ventajas comparativas de la Argentina dadas sus capacidades físicas por el suelo disponible o con posibilidad de transicionar hacia este cultivo; tecnológicas en materia agrícola que incluyen el desarrollo genético de semillas; recursos humanos capacitados y un ecosistema de Ciencia y Técnica que investiga y desarrolla su conocimiento para generar un mercado interno con puestos de trabajo formal a la vez que fomentar las exportaciones. Es por este motivo que acompañarán a Kulfas en la presentación  la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti; el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Roberto Salvarezza; y el de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra.  

Desarrollo Productivo viene trabajando en esta industria desde hace más de un año. En el medio, circularon varios proyectos de ley hasta darle forma al que se presentará mañana. Este paso es clave para avanzar en el desarrollo de la industria: legalizar el cultivo, procesamiento, transporte, venta y utilización. Además, que el proyecto de ley defina esquemas de asignación de licencias y cuotas y los mecanismos de control. 

En 2017, Argentina aprobó el uso medicinal del cannabis y en 2020 habilitó por decreto el cultivo para fines medicinales, así como la venta del aceite en farmacias. Los especialistas aseguran que el decreto vigente no implica un incentivo en términos de desarrollo productivo en la industria para el sector privado. 

La cartera productiva calcula que la industria podría generar un mercado local de 450 millones de dólares, diversificar las economías regionales y crear empleo de calidad: “El cannabis medicinal es una industria global naciente con perspectivas de crecimiento muy dinámico en los próximos años. Nuestra decisión es avanzar en una apuesta estratégica al desarrollo del sector en la Argentina a partir del diseño de un nuevo marco legal de regulación y promoción. “, explicó el ministro a la revista Apertura.

Flor de mercado

La planta de cannabis toma significantes muy diferentes según las épocas, las instituciones y las personas. Hasta hace apenas unos meses formaba parte de la lista de drogas peligrosas de la ONU, donde compartía terna junto con la heroína y la cocaína.  Sin embargo, pacientes en tratamiento con quimioterapia, epilepsia y esclerosis múltiple usan la marihuana para reducir las náuseas y tratar el dolor crónico. Lo cierto es que el cannabis tiene múltiples usos y, sobre todo, un potencial desarrollo como cadena productiva por su demanda, generación de empleo e ingresos fiscales. 

La planta del cannabis tiene tres grandes usos: al presente, el mercado más importante son el medicinal que se usa en medicamentos con receta y como suplementos nutricionales. Además existe el uso recreativo que está prohibido en Argentina pero crecientemente legalizado en varios países; y por último el cáñamo industrial utilizado en diversos rubros como el textil, papel, alimentos, productos de higiene, etcétera.

La cadena de valor comienza con la producción de semillas, desarrollo de variedades y la elaboración de plantines. El cultivo se puede hacer en indoor, greenhouse (invernaderos) y el outdoor a campo, con sus distintos tipos de ventajas y desventajas y de costos de inversión; luego hay una fase de cosecha y secado, elaboración y comercialización del producto. Transversalmente participan en la producción desarrolladores de genética, proveedores de equipos especializados, prestadores de servicios técnicos, productores de fitosanitarios y protección para cultivos que implican oportunidades de desarrollo productivo alternativos al encadenamiento troncal de la actividad.

Hoy en día, el negocio aún es incipiente: los países que concentran el comercio del cannabis son Canadá y Estados Unidos. Colombia y Uruguay, que son los más avanzados en materia de legalización en el continente latinoamericano, exportan menos de 15 millones de dólares por año en conjunto. Andrés López, uno de los autores de un trabajo encargado para el Ministerio, que abarca la cadena de valor del cannabis, la situación global y las oportunidades para Argentina asegura que “esto tiene que ver con que la legalización del cultivo no desarrolla automáticamente la cadena, sino que se tardan años en poner en marcha todo el aparato productivo”

El mercado cannábico está integrado por al menos nueve empresas transnacionales, principalmente de Estados Unidos y Canadá, cuatro de las cuales cuentan con presencia en América Latina y una tiene una representación en Argentina. Las inversiones que realizan no generan ingresos extraordinarios y las exportaciones no son significativas, pero la estrategia es posicionarse en los lugares donde ven posibles condiciones de negocios(lugares habilitados para el cultivo con costos bajos de producción contra estación). 

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