El terremoto de magnitud 7,8 terminó con la vida de 29.605 personas en el sur de Turquía y 3.574 en Siria. Las cifras fueron actualizadas por el organismo público de gestión de catástrofes turco.
“Es realmente difícil estimar de forma muy precisa, porque tienes que llegar debajo de los escombros, pero estoy seguro que se va a duplicar o más”, comentó Martin Griffith, jefe humanitario de la ONU, en diálogo con Sky News.
Ahora, decenas de miles de socorristas locales y extranjeros continúan trabajando en las ruinas.
Naciones Unidas informó que 870.000 sobrevivientes necesitan comida. Además, 5 millones y medio de víctimas en Siria se quedaron sin hogar.