La ministra de Seguridad Patricia Bullrich encabezó este sábado un operativo de emergencia en la localidad bonaerense de 9 de Julio, donde supervisó la respuesta estatal ante el grave escenario de inundaciones que afecta a gran parte de la cuenca del río Salado, con miles de hectáreas bajo agua, caminos rurales intransitables y poblaciones aisladas.
El Gobierno nacional confirmó una asistencia de $1.900 millones destinada a los municipios más afectados para la reparación de caminos, adquisición de piedra, combustible y materiales, y otros insumos de emergencia.
Además, se desplegó un operativo conjunto con el Ejército Argentino, la Agencia Federal de Emergencias (AFE), Vialidad Nacional y maquinaria pesada, para intervenir en zonas anegadas y restablecer accesos en distritos como 9 de Julio, Bragado, General Viamonte y Carlos Casares.
En el marco del operativo, se conformó un comité de crisis en 9 de Julio, que se replicará en Bolívar, con participación de municipios, fuerzas federales y entidades rurales, para coordinar la asistencia y definir prioridades de acción.
Durante la reunión con más de 400 productores y funcionarios provinciales, Bullrich aseguró:
“El Estado nacional va a estar al lado de la gente, en el territorio y con respuestas concretas”.
El foco del operativo está puesto en la reconstrucción de caminos rurales y zonas productivas afectadas por acumulaciones de entre 1.200 y 1.800 milímetros de lluvia en las últimas semanas, según registros oficiales.
Desde el Gobierno bonaerense valoraron la asistencia nacional, aunque remarcaron la demora en la ejecución de obras hidráulicas sobre la cuenca del río Salado, cuya finalización viene siendo reclamada desde hace meses por los distritos de la región.
La situación mantiene en alerta a productores agropecuarios, autoridades locales y organismos provinciales, ante una emergencia que pone en riesgo la conectividad, la producción y el desarrollo territorial en gran parte del centro y noroeste bonaerense.