En medio de advertencias de la ONU y cuestionamientos de varias potencias, el gabinete de seguridad de Israel aprobó entre la noche del jueves y la madrugada del viernes (08/08/2025) el plan impulsado por el primer ministro Benjamin Netanyahu para “derrotar” al movimiento islamista Hamás, que contempla “tomar el control” de la Ciudad de Gaza, epicentro del norte del enclave palestino.
El comunicado oficial indica que el ejército se prepara para avanzar sobre la ciudad mientras distribuye ayuda humanitaria “fuera de las zonas de combate”. Entre los ejes del plan figuran:
- El desarme completo de Hamás.
- La devolución de todos los rehenes, vivos y muertos.
- La desmilitarización total de la Franja de Gaza.
- El mantenimiento de un control de seguridad israelí en el territorio.
- La creación de una administración civil alternativa, sin participación de Hamás ni de la Autoridad Palestina.
Netanyahu defendió la medida afirmando que un plan alternativo “no permitiría derrotar a Hamás ni recuperar a los rehenes” y que Israel busca “control total” sobre Gaza, pero “sin gobernarla directamente”.
Rechazo y preocupación internacional
La ONU exigió detener el plan “de inmediato” por contravenir el fallo de la Corte Internacional de Justicia, que ordena el fin de la ocupación y el respeto al derecho de autodeterminación palestino. El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, advirtió que su ejecución provocará “más sufrimiento insoportable” y podría constituir crímenes de guerra y lesa humanidad.
El primer ministro británico Keir Starmer calificó la decisión como “errónea” y pidió reconsiderarla, al sostener que no contribuirá a liberar a los rehenes ni a terminar el conflicto, sino que aumentará el derramamiento de sangre.
China manifestó “serias preocupaciones” y reclamó a Israel frenar “acciones peligrosas”, mientras que Australia alertó que la ocupación profundizará la crisis humanitaria. La ministra de Exteriores australiana, Penny Wong, recordó que el desplazamiento forzado permanente viola el derecho internacional y reclamó facilitar la llegada de ayuda y la liberación de los secuestrados por Hamás.